Con la pandemia por COVID-19. Se fue repercutiendo en todos los sectores, para la sociedad mexicana han sido constantes los cambios que afectan a nivel federal a los mexicanos de clase media; de este modo, su predisposición a la vulnerabilidad económica a comparación incluso de la población en clase baja. Esto porque en México, el 53% de la población tiene el nivel de ingresos clasificados en pobreza y otro 13%, caracterizada en la clase baja, es decir, su ingreso todavía no puede ser considerado aquel de una vida de clase media.
Entra entonces en discusión lo que en verdad significa pertenecer a este grupo socioeconómico a través de las complicaciones que han surgido por la crisis económica. Como mexicana que activamente busca disminuir la brecha de separación social, Giselle Arellano pone en perspectiva quienes en verdad son. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Pertenecientes a la clase media:
- Tener acceso personal y constante a una computadora.
- Gastos de aprox. 4 mil 380 pesos en alimentos y bebidas fuera de casa; o en caso de la situación de contingencia actual, compras en línea.
- Al menos un integrante del hogar cuenta con un trabajo estable, esto al gozar de un salario con un contrato, en una empresa pública o privada.
- La cabeza del hogar cuenta con estudios de al menos, nivel medio superior.
- Todos los hijos e hijas asistieron o asisten actualmente a una escuela pública.
Por su propia parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha analizado cuánto debe recibir una persona para considerarse de clase media:
- Ingresos de al menos $20,000 mensuales.
- Al menos en México, cada persona de «clase media» debería recibir entre $5,000 y $14,000.
Adicionalmente, nuestro salario básico debería alcanzar para una alimentación suficiente, vestido, transporte, hogar, educación, ahorro e incluso el ocio. De no ser así, podrías estarte ubicando por debajo de la clase media. Finalmente, sólo un 37% del total de la población que pertenecen a la clase media en México.
¿Cuál sería la decisión política, estratégica e ideológica, para permitir a la clase media demandar, y trabajar por un cambio oportuno?
Para esto, Giselle Arellano cuestiona: Ya visto que las clases medias mexicanas son una minoría, pero sobre todo, son una minoría difícil de convencer.
En México una persona de clase media tiene muchas más posibilidades de caer en pobreza que de volverse rico, sobre todo en las condiciones actuales en las que al menos 11.7% de este grupo ha disminuido gracias a la pandemia.
Hay que considerar también que buena parte de la clase media son empresarios pequeños y medianos que necesitan apoyo. Un plan ambicioso de inversión pública, propuestas capaces de para potenciar el crecimiento económico. Es necesario que los cambios fiscales, laborales y de gasto público que vayan a surgir en para el próximo año. Se Tengan una estructura congruente ante las fluctuantes necesidades de la clase media.
Giselle Arellano considera esto, a mediano plazo, uno de los retos más importantes de nuestro país y resolverlo requerirá cambiar las formas en las que se trabaja esto en México.