Empresaria y líder social. Giselle Arellano se declara como una mujer comprometida con México.
Porque es importante que una mujer empresaria se comprometa con México
Primero, las mujeres mexicanas suelen tener un alto nivel educativo y mucha experiencia en el mundo de los negocios. Además, a menudo son muy ambiciosas y motivadas, lo que puede llevarlos a tener éxito en sus carreras.
Las mujeres empresarias están dispuestas a asumir una mayor cantidad de riesgos que los hombres y tienden a ser más creativas. Tienen mayor capacidad para multitareas y una propensiòn a ser más perseverantes que los hombres.
La capacidad de la mujer de comunicación y flexibilidad es un hecho medido y demostrado. Los liderazgos femeninos, sin ser panacea, son generalmente más basados en el equipo que en las figuras estrella. La capacidad de negociación y empatía femenina tienden a ser superiores a las masculinas.
Como líderes de unidades productoras las mujeres empresarias han mostrado una mayor capacidad de organización. Son mejores en planificación, de gestión del tiempo y del estrés, así como en la toma de decisiones.
Generalmente las empresas que lideran tienden a ser más comprometidas con sus objetivos y a tener una mayor capacidad de innovación, adaptación y a ser más visionarias que los hombres.
Una forma específica en la que una empresaria mexicana puede ser un factor de cambio es trabajando para aumentar el número de mujeres en posiciones de liderazgo en su empresa.
Esto ayudaría a romper las barreras y los estereotipos de género, y también brindaría más oportunidades para que las mujeres tengan éxito en el mundo de los negocios.
Además, una empresaria mexicana podría trabajar como mentora de otras mujeres en su empresa, ayudándoles a desarrollar sus propias carreras y redes.
Una empresaria mexicana podría usar su plataforma para abogar por el cambio social, ya sea a través de su negocio o de su vida personal.
En conclusión, hay muchas formas en las que una empresaria mexicana puede ser un elemento crìtico positivo para mover el entorno económico-social.
Al derribar las barreras de género, brindar oportunidades a otras mujeres y abogar por el cambio social, las empresarias mexicanas pueden ayudar a crear una sociedad más igualitaria y justa.
Empresaria y líder social, Giselle Apuesta por aportar sus ideas para ser parte de una nueva generación de mujeres. Mujeres que desde el ámbito de la empresa aporten sus talentos y fortalezas para que México sea una economía nacional voyante, pujante y dinámica.
Porque es importante que una mujer líder social se comprometa con México
Un líder social mexicano puede ser un agente de cambio en la sociedad porque tiene el poder de influir en las personas a su alrededor y puede impulsar cambios en la forma en que la sociedad ve y actúa.
Un líder social mexicano puede generar cambios en la sociedad inspirando a otros a tomar acción y trabajando para mejorar las condiciones de los grupos marginados. A través de su trabajo, una líder social puede ayudar a crear una sociedad más justa y equitativa.
Las mujeres mexicanas suelen ser muy apasionadas por los problemas y las causas sociales, lo que significa que es más probable que se involucren en iniciativas que buscan mejorar la vida de las mujeres y otros grupos marginados de la sociedad.
México necesita aportar mujeres líderes sociales, que inspiren a otras mujeres y que aporten a nuestro país. Las mujeres líderes sociales aportan conocimiento, experiencia y visión a nuestro país.
También inspiran a otras mujeres para que busquen liderazgo y se involucren en la transformación social.
Las mujeres líderes sociales también pueden aportar apoyo económico a nuestro país y a nuestras comunidades.
Las mujeres que cultivan y desarrollan su actividad en México son muy valiosas. Tienen mucho que aportar a nuestro país.
Pueden ayudar a mejorar nuestras leyes y políticas, y también pueden inspirar a otras mujeres a involucrarse en la participación y mejora de la sociedad.
En resumen, estas cualidades hacen que las empresarias mexicanas sean candidatas ideales para convertirse en agentes de cambio en sus comunidades y más allá.
En México, una mujer ocupa el 35% de los puestos de trabajo, pero sólo representa el 10.7% de los puestos de liderazgo de las empresas.
Aunado a esto, la participación de las mujeres en el mercado laboral es menor que la de los hombres. La brecha salarial también es una estadística que marca la discriminación a la que son sometidas las mujeres.
Estos son datos del “Informe de la Annual Survey of Women Business Owners”, del Institute for Women’s Policy Research y dirigido a la Asociación Nacional de Mujeres Empresarias (NAWBO).
Es importante fortalecer los esfuerzos para que las mujeres sean líderes y mejoren el impacto de la economía.
Las mujeres empresarias mexicanas aportan al PIB $4 billones y tienen más de 4 millones de empleados, lo que representa el 8% de la población activa del país.
México necesita mujeres decididas a mover la economía y la sociedad. El empoderamiento de la mujer es fundamental para el desarrollo de México. En nuestro país existe una gran brecha entre hombres y mujeres en el ámbito laboral.
La paridad en México es muy baja, en algunos sectores es del 30 por ciento, en otros del 40, pero en la mayoría de las empresas es del 50 por ciento.
Es una tarea de todos, y llamó a la unión de esfuerzos de todos los sectores de la sociedad para impulsar el desarrollo del país. Este esfuerzo requiere que hombres, mujeres y empresas sumen esfuerzos.
Tenemos que ser optimistas, trabajar duro y no bajar la guardia. Es un proceso lento, pero se está logrando, y vamos a seguir trabajando para impulsar el desarrollo de México.
Empresaria y líder social, Giselle Apuesta
Para Giselle Arellano, sería incongruente entonces estar omisa en esta lucha.