En las elecciones en Estados Unidos, donde el candidato demócrata, Joe Biden. Se erigió como Presidente de Estados Unidos, se demostró tener un peso definitivo en la victoria del ex vicepresidente. Aseguró Giselle Arellano, especialista en relaciones internacionales.
VOTO LATINO
“El voto latino fue factor decisivo en las elecciones de Estados Unidos, ya que hay tres estados con un gran electorado hispanohablante en donde se juegan una parte importante de los votos del Colegio Electoral: Texas, Arizona y Florida. Y fue precisamente Arizona donde Joe Biden consolidó su ventaja. Y así como Texas y Florida los que pusieron en la jugada a Donald Trump”, aseguró Giselle Arellano.
Y es que dichos estados concentran grandes proporciones de latinos habilitados para votar: Texas tiene 5.6 millones; Florida 3.1 millones; y Arizona 1.2 millones. Precisamente ganar esos estados otorga cerca de una tercera parte de los votos del Colegio Electoral necesarios para triunfar.
Como sugieren históricamente las tendencias, suele inclinarse por el Partido Demócrata. Pero encasillar al voto como un conjunto homogéneo es un error. Como se pudo ver en las elecciones del pasado 3 de noviembre, comenta Giselle Arellano.
“De acuerdo con datos preliminares de Latin Decisions, cerca del 70 por ciento de los latinos respaldaron a Joe Biden, pero fue el voto latino el que le dio el triunfo a Donald Trump en Florida. Entonces hay que entender que dentro de ese enorme universo en EU hay muchos pequeños universos. Como los que le dieron a Joe Biden Arizona y lo acercaron a quitarles su principal bastión a los Republicanos: Texas”.
El virtual triunfo del candidato demócrata cambiará la dinámica de México con Estados Unidos, ya que el actual presidente de Estados Unidos ha optado por fortalecer el aparato productivo interno, en lugar de profundizar las relaciones comerciales
“Las relaciones con Estados Unidos van a cambiar, ya que los últimos cuatro años nos enfrentamos a un vecino cerrado, empeñado en las políticas proteccionistas. Ahora, además de una economía que volverá a pensar en términos de la globalización, será posible discutir la agenda de cooperación para el desarrollo y una posible reforma migratoria”, concluyó Giselle Arellano.